Algunas consideraciones sobre la importancia del establecimiento de unos buenos hábitos de estudio.

Todos conocemos que los hábitos de estudio son un reto al cual nos tenemos que enfrentar todos y cada uno de los actores que participamos en el proceso de aprendizaje-enseñanza de un instrumento musical. Seamos padres, profesores o alumnos, siempre necesitamos esos recursos, motivación y conocimientos necesarios para que esta parte tan importante pueda llevarse a cabo de manera eficiente y saludable. En este artículo, vamos a ver algunos puntos que deberíamos tener en cuenta antes de abordar esta actividad y que pueden proporcionarnos más confianza.

PRACTICAR CADA DÍA

 La importancia de la práctica diaria se debe a la manera en que nuestro cuerpo, nuestro cerebro y nuestros músculos aprenden cualquier tipo de conocimiento.

Cualquier tipo de aprendizaje tiene en la repetición una parte fundamental que se convierte en el primer paso para desarrollar una habilidad. Por esto motivo, crear un procedimiento donde la repetición se produzca de manera regular, es básico.

LA RUTINA

Establecer una rutina supone un aprendizaje en sí mismo. Especialmente en las primeras etapas, será un objetivo prioritario que nos tomará un tiempo dependiendo de cada familia y su entorno. La observación y el intercambio de información con nuestro profesor o profesora nos ayudaran mucho a consolidar este aspecto.

COMUNICACIÓN PROFESOR-PADRE/MADRE

Es frecuente que los padres y madres estemos un poco perdidos debido a que no podemos alcanzar el ideal de una práctica “feliz”.

Hay tantos niños diferentes como familias y entornos y, en algunos casos, existe una decepción cuando no se alcanzan las expectativas. La función de los profesores, por tanto, debería ser guiar y proporcionar herramientas para mejorar progresivamente este apartado. Y, además favorecer la construcción de un clima de confianza basado en el respeto y en una actitud de no enjuiciamiento. Analizar las causas, comprender su origen y buscar vías de solución será una tarea conjunta que se desarrollará por medio de una comunicación fluida y sincera.

LOS ROLES

Tanto a profesores como a padres nos une el objetivo de desarrollar las habilidades de los niños. Saber que rol jugamos en este proceso será fundamental para que tengamos éxito en nuestro propósito.

EL PROFESOR/A

Cuando hablamos de práctica diaria, pensamos en algo que tiene lugar en el hogar, en el entorno mas cercano al niño/a. Y, aún siendo cierto, deberíamos considerar que esta práctica se realiza trabajando unos contenidos y con unas herramientas que han sido recibidas durante la clase. A continuación consideraremos algunos puntos relacionados desde el punto de vista pedagógico.

– La tarea: La tarea semanal debería estar relacionada con los puntos trabajados durante la clase. Cada uno de éstos debe ser entendido de manera clara y debe estar enmarcado en el contexto de alcanzar un objetivo concreto y realista.

Como: Instrucciones detalladas donde se especifique el número de repeticiones, el orden de los ejercicios y la progresividad de los mismos constituirá una ayuda importantísima para la realización de la tarea. Además incrementará la confianza y desarrollará la motivación.

Evaluación: La práctica en casa debe ser evaluada como un contenido más en el aprendizaje. Padres y profesores debemos conocer si los resultados han sido los esperados.

De esta manera, podremos determinar si hay que seguir la misma línea, dar más peso a algún ámbito en concreto, establecer mayor o menor grado en la progresividad, desarrollar nuevas estrategias o insistir en otras.

LA MADRE / EL PADRE

A menudo, los padres se encuentran delante de un proceso que es , en cierta manera, nuevo para ellos. Algunos no tienen noción alguna de lenguaje musical y/o no han tocado ningún instrumento. Eso provoca cierta inseguridad que, a medida que las clases se vayan sucediendo, va a ir desapareciendo de manera progresiva. No obstante, ellos poseen una ventaja fundamental y es el profundo conocimiento de sus hijos. Hay tantos niños como entornos y ninguno de ellos es igual a otro. Por tanto, no habrá una solución “mágica” para encontrar la mejor manera de practicar en casa sino que cada caso individual requerirá un enfoque específico.

A pesar de lo dicho anteriormente, si que podremos establecer ciertas líneas generales que nos ayudaran a llevar a cabo esta labor y que pueden aplicarse de manera universal.

LA PRÁCTICA

Antes de la práctica:

El espacio: Generalmente, una habitación de la casa será donde la práctica tiene lugar y donde se encontrarán los elementos útiles que intervendrán en la misma.

* Evitar distracciones: Juguetes, ilustraciones, muñecos, fotos, etc. se convierten en elementos de distracción si, durante la práctica, están dentro del campo visual del niño.

* Espacio: Una buena temperatura y iluminación son fundamentales para ayudar en la concentración.

* Material: Tendremos a mano todos aquellos elementos que utilicemos durante la actividad. Especialmente, con niños de corta edad (3 / 4 años) interrumpir la práctica para buscar un lápiz, una pegatina, etc. puede ser perjudicial para la continuidad. La agilidad multiplicará nuestra eficiencia.

* Preparación del instrumento: Tener preparado el instrumento (afinado, el arco tensado, la flauta montada, la banqueta del piano graduada, etc.) ,según las características de cada uno, nos dará la ventaja de que podamos empezar la práctica rápidamente y estar concentrados en nuestros objetivos.

– El momento: El espacio temporal y su duración.

* Cuanto antes mejor: A medida que se acerca la noche nuestra energía y la de nuestros hijos decrece y la paciencia, la concentración y la determinación disminuyen. Por tanto, aprovechar las primeras horas del día nos ayudará en todos estos aspectos.

* Realista: Escoger la hora y el día tiene que ser una elección basada en los horarios familiares y, por tanto, una decisión que tiene que ser aplicada. Si no es así, es que nuestra elección no ha sido realista.

* Evitar interrupciones: Si consideramos la práctica instrumental como una de las prioridades en el ámbito familiar, los demás miembros de la familia entenderán la importancia de que ese momento es un acto de comunicación y aprendizaje que necesita ser percibido y respetado como tal.

* Información: Comunicar a nuestro hijo las tareas que vamos a realizar durante la práctica, proporcionarán al niño información sobre nuestros objetivos y la duración aproximada de la sesión. Esto aumentará la confianza y su concentración.

Durante la práctica:

– La concentración: Es el núcleo de la práctica y se convierte en una habilidad en si misma que necesita ser desarrollada de manera progresiva. No nos debe parecer extraño que algunos niños solo sean capaces de estar concentrados durante un corto espacio de tiempo.

Sin embargo, eso no debe ser algo que nos desanime sino que debemos contemplarlo como un contenido que evolucionará como una habilidad más.

-La tarea: Como hemos visto anteriormente, la tarea debe ser realizada de la manera y en la forma en que nuestro profesor/a nos ha indicado. Por tanto, debemos fijarnos en el proceso de aprendizaje y seguir las instrucciones dadas en cuanto a contenido, numero de repeticiones, material a utilizar, progresividad, etc. Una vez la tarea se ha ejecutado, la práctica finaliza. Algunos padres se preocupan en exceso sobre los resultados inmediatos de la práctica y debemos entender que el desarrollo de la habilidad y de algunos movimientos relacionados con la psicomotricidad fina requieren tiempo. Por favor, dejemos que los profesores en la clase evalúen el resultado y sigamos las indicaciones.

– El lenguaje: Se convierte en el código con el que nos vamos a comunicar y incluiremos tanto el oral como el corporal. Si queremos establecer una relación que nos permita una práctica saludable deberemos utilizar un lenguaje apropiado a tal efecto. No olvidemos que los niños son seres humanos con una gran sensibilidad que reciben información derivada de nuestra mirada, nuestro tacto, nuestras palabras y nuestras reacciones.

– Actitud: Nuestros hijos entenderán que la práctica es primordial si para nosotros también lo es. Eso significa que los éxitos serán compartidos y que los niños confían en ellos mismos si nosotros les proporcionamos esa confianza.

– Por tanto, hay unas pocas normas que deberíamos tener en mente:

* No hay errores, solo puntos que necesitan ser más trabajados.
* No existe nada demasiado difícil, solo nos tomará más tiempo.
* La misión de los padres es ayudar, animar y celebrar los logros.
* No enviemos mensajes negativos, la paciencia pertenece al proceso de aprendizaje.
* No perdamos nunca la oportunidad de felicitar, honestamente, al niño cuando lo merezca.
* Finalicemos cada práctica con unas pequeñas palabras sobre lo orgullosos que estamos del esfuerzo que hacen y el resultado. Y, porqué no, un abrazo?

Después de la práctica:

– Actividades: A algunos niños les cuesta empezar la práctica diaria. Si, después de la misma, realizamos alguna actividad lúdica y la compartimos con ellos, les puede motivar y ayudar a superar esa pereza la próxima vez.

– Compartir: Compartir con la familia los logros y las mejorías que se suceden es una buena manera de generar el interés de todos los miembros por el progreso de nuestros hijos y de seguir motivando el aprendizaje.

RECORDATORIO

– Responsabilidad: No olvidemos que los padres somos responsables de la práctica y decidimos cuándo, cómo y dónde de acuerdo con lo que creemos que es mejor para nuestros hijos.

– NO castigos, SI motivación: Generar estímulos que proporcionen motivación extrínseca dependerá de la creatividad y su desarrollo. Los maestros nos podrán ayudar en este sentido, así como el conocimiento de los intereses del niño. Recordemos , entonces, que el castigo se convierte en una anomalía del proceso que deriva de la frustración y la incapacidad y que solo proporciona rechazo.

– Perseverancia: La rutina en la práctica deriva de manera INEVITABLE en progreso. Sin embargo, una práctica insuficiente tanto en calidad como en frecuencia nos conduce a un desarrollo caótico que, lejos de motivar al niño, produce en él una sensación de perdida de tiempo que nos puede conducir a una espiral de falta de interés en él y en la familia. El sendero del aprendizaje no sigue, en la mayoría de los casos, una línea recta. Como en la vida, nos encontraremos con dificultades, alegrías, sensaciones, etc. Y , precisamente estos aspectos, serán los que nos ayudarán a crecer y nos proporcionarán las herramientas necesarias para desarrollarnos como personas. Cada niño es único y procede de un entorno diferente. Evitemos, entonces, compararlos y aprendamos, en su lugar, de todos ellos porque todos ellos nos retan cada día a mejorar como padres y como profesores.

– Lenguaje universal: La música es un lenguaje universal que los seres humanos hemos creado para expresar emociones y su conocimiento desarrolla personalidades sensibles al mundo que les rodea. Por este motivo, el instrumento musical tiene que ser contemplado como una parte más de nuestro cuerpo. Y cuanto más conocimiento tengamos sobre és, mejor nos podremos expresar.

– Compartir: También es importante proporcionar a nuestros hijos la oportunidad de compartir, de estar conectados por medio de algo único. Asistir a encuentros, workshops, cursos de verano, etc. será una extraordinaria manera de aprender de múltiples experiencias.

Y, por último, recordemos que lo que pasa en nuestra infancia nos acompaña el resto de nuestra vida y que no dejamos de ser unos niños que hemos crecido.

ENSEÑAMOS PORQUE APRENDEMOS


Escrito por:  José Luis Moles.

Violinista, profesor en la Escuela y Conservatorio de Música de Tarragona desde el año 2002. Su actividad profesional incluye la asistencia a impartir clases en cursos y en dar conferencias para padres y profesores. También ha sido invitado en varias ocasiones a participar como profesor en workshops en Reino Unido. Es el responsable de la introducción de la metodología Suzuki en el Conservatorio de Tarragona. Como consecuencia se ha creado el Aula Suzuki del centro, donde enseña violín a niños y niñas desde la edad de 3/4 años.